lunes, 18 de julio de 2011

Plazas de toros: la Maestranza de Sevilla


La Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla es la sede de las corridas de toros que se realizan en la ciudad de Sevilla, teniendo especial relevancia para los aficionados las que se celebran durante la Feria de Abril. Es considerada la plaza más importante y con mayor tradición taurina de España. Es apodada popularmente como la «Catedral del Toreo».

Construida originalmente en madera en 1733, en el monte del Baratillo (por lo que es conocida también como Coso del Baratillo), es una de las plazas más antiguas de España y la primera en forma circular (ovalada). De arquitectura tardo-barroca en la que destaca la entrada principal con sus dos torreones, es considerada una de las plazas de toros más bellas de España. Es uno de los centros de atracción turística más populares de la ciudad y está entre los monumentos más visitados de la misma. Cuenta el coso maestrante con capacidad para 12.700 localidades, si bien la reforma iniciada en 2008 en las gradas de sombra ha engrandado su aforo en casi trecemil localidades.


La plaza de toros es propiedad de una Corporación Nobiliaria, con sede en la ciudad de Sevilla a la que da nombre. Integrada por caballeros pertenecientes a antiguas familias nobles lleva a cabo múltiples actividades de carácter benéfico y social, de fomento del arte ecuestre y de apoyo a la tauromaquia. El ejercicio del mecenazgo cultural y artístico es otra de sus dedicaciones. A la creación en 1966 de unos prestigiosos galardones a los mejores expedientes de las Facultades y Escuelas de la Universidad de Sevilla, se une la concesión de importantes premios de arte e investigación, como la convocatoria de premios para investigadores jóvenes, y el patrocinio de actividades realizadas por instituciones culturales de la ciudad, celebrando también ciclos musicales y muestras artísticas de variado contenido.


Vista de la Maestranza en el año 1895. En 1749 se comienza la construcción de un coso circular en el monte del Baratillo en sustitución de la plaza de toros rectangular ubicada en el lugar. Posteriormente, en 1761, se acomete la construcción por ochavas (equivalente cada ochava a cuatro arcos). Son maestros de obra en esta primera etapa de construcción Francisco Sánchez de Aragón y Pedro y Vicente de San Martín. La fachada interior de la plaza, llamada Palco del Príncipe, se concluye en 1765. Este palco consta de dos cuerpos: la puerta de acceso a la plaza y por la que salen los toreros triunfadores, y el palco propiamente dicho, de uso exclusivo de la Familia Real. Está compuesto en su parte superior por cuatro arcos sobre los cuales descansa una bóveda de media naranja, que en su parte superior está recubierta por azulejos blancos y azules. El grupo escultórico que lo remata es obra del escultor portugués Cayetano de Acosta. El Palco fue realizado para el Infante de España, Felipe de Borbón, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio.

Dada la prohibición de celebración de corridas de toros por parte de Carlos III en 1786, se paralizan las obras dándose por concluidas, aunque sólo se había construido un tercio de la plaza. De esta etapa es también el antiguo Palco de la Diputación posteriormente llamado de Ganaderos, situado sobre la puerta de toriles y frente al Palco del Príncipe.

La cubierta de las gradas de la mitad de la plaza se termina transcurridos 34 años, a la izquierda y derecha del Palco del Príncipe; quedando abierta una panorámica de la Catedral y la Giralda desde la gradería, como quedó reflejado en gran número de estampas de la época.

En 1868 el Palco de la Diputación se encontraba en tan lamentable estado que se acomete la mejora del mismo, colocándosele nuevo suelo y una balaustrada de mármol, además del escudo de la Real Maestranza de Caballería, obra del escultor italiano Augusto Franchy. Se realiza además la construcción de cinco balcones a cada lado del Palco de la Diputación, donde actualmente se encuentra el reloj de la plaza.




Finaliza en 1881 la construcción de la plaza cerrándose completamente la misma, quedando entonces construida en sus dos terceras partes en cantería y el resto en madera.

Entre los años 1914 a 1915 se reforma el tendido en piedra sustituyéndolo por otro en ladrillo bajo la dirección del arquitecto sevillano Aníbal González. Se construyen de nuevo todos los tendidos con una pendiente más suave. El número de filas de tendido de sombra pasó de diez a doce y a catorce en los de sol, además de tres filas de barrera. En la parte superior del tendido de sombra, delante de los palcos, se edifica una fila de sillones de tendido.



Vista general.La plaza, administrativamente de primera categoría, consta de enfermería, cuadras, capilla y estancias para los toreros. De sus tres puertas de acceso, la mas famosa es la Puerta del Príncipe, por la cual salen los matadores a hombros cuando logran cortar al menos tres apéndices (en la mayoría de plazas basta con dos trofeos, incluida la de Madrid).

Su graderío se divide en doce tendidos: cuatro de sol (8-10-11-12), cinco de sombra (1-3-5 y 2-4) y dos de sol y sombra (6-9). Cada tendido se subdivide a su vez verticalmente en barrera, tendido, palcos y gradas (o tendidos cubiertos). Los tendidos impares se encuentran a la izquierda del Palco Real (sobre la Puerta del Príncipe) que preside la plaza y los tendidos pares a la derecha. Sobre los tendidos se levanta una zona de arcos de traza irregular, compuesta por 118 arcos. El arco que se encuentra en el denominado Balcón del Reloj, sobre la puerta de toriles, se encuentra apoyado sobre dos pares de columnas y está rematado en su parte superior por un frontón curvo de piedra. En 2008 se inició una reforma de las gradas cubiertas de sombra para mejorar su accesibilidad y su confortabilidad, modificándose también su denominación (la gradas de sombra reformadas pasan a denominarse «tendidos cubiertos»).

En los aledaños de la plaza se encuentran estatuas dedicadas a los toreros sevillanos que más han triunfado en la misma destacando entre ellas la dedicada al torero Curro Romero. El Museo Taurino de la Real Maestranza de Caballería está alojado bajo los graderíos de la Plaza de Toros, a la altura de los tendidos 10 y 12 y fue inaugurado en 1989. El visitante puede recorrer allí la historia de la Fiesta Nacional a través de una colección pictórica, carteles taurinos, fotos, trajes de torear, bronces, azulejos y esculturas, destacan las obras de Mariano Benlliure y bustos de toreros legendarios como Curro Cúchares, Pepe-Hillo o Espartero.

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