domingo, 24 de julio de 2011

Plazas de toros: la plaza de Granada


Se trata de una construcción realizada sobre planos del arquitecto Ángel Casas en 1928 en estilo neomudéjar, dotándola de un gran originalidad y elegancia.

El recinto taurino consta de tres pisos (tendido general, palcos y andanada) que recogen un total de 14.500 localidades de aforo, el cual se llena totalmente durante la Feria del Corpus.

La plaza de toros, que recibe el título de Real Maestranza de Caballería, por tradición a la antigua plaza de toros de "El Triunfo" que erigiese la institución, o de "Los Cármenes", se sitúa en la céntrica Avenida del Doctor Olóriz, convirtiéndola en un enclave muy accesible desde cualquier punto de Granada.

HISTORIA

Según los anales, el periódico Ideal publicó en 1927 un concurso para la realización de un nuevo coso taurino, debido a la destrucción en un incendio de la anterior. Así, pues, el torero local José Moreno, Lagartijillo , junto al Excmo Sr. Marqués de Dílar, el Excmo. Sr. Conde de Guadiana, José Casinello y Celestino Echevarría presentan el proyecto de Ángel Casas comprometiéndose, inclusive, en realizar su construcción en menos de un año, lo cual se realizó.

El cartel inaugural de aquel 30 de septiembre de 1928 estaba compuesto por toros de Concha y Sierra que dieron lidia y muerte los toreros Manuel Jiménez "Chicuelo", Joaquín Rodríguez "Cagancho" y Armillita Chico

lunes, 18 de julio de 2011

Plazas de toros: la Maestranza de Sevilla


La Plaza de Toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla es la sede de las corridas de toros que se realizan en la ciudad de Sevilla, teniendo especial relevancia para los aficionados las que se celebran durante la Feria de Abril. Es considerada la plaza más importante y con mayor tradición taurina de España. Es apodada popularmente como la «Catedral del Toreo».

Construida originalmente en madera en 1733, en el monte del Baratillo (por lo que es conocida también como Coso del Baratillo), es una de las plazas más antiguas de España y la primera en forma circular (ovalada). De arquitectura tardo-barroca en la que destaca la entrada principal con sus dos torreones, es considerada una de las plazas de toros más bellas de España. Es uno de los centros de atracción turística más populares de la ciudad y está entre los monumentos más visitados de la misma. Cuenta el coso maestrante con capacidad para 12.700 localidades, si bien la reforma iniciada en 2008 en las gradas de sombra ha engrandado su aforo en casi trecemil localidades.


La plaza de toros es propiedad de una Corporación Nobiliaria, con sede en la ciudad de Sevilla a la que da nombre. Integrada por caballeros pertenecientes a antiguas familias nobles lleva a cabo múltiples actividades de carácter benéfico y social, de fomento del arte ecuestre y de apoyo a la tauromaquia. El ejercicio del mecenazgo cultural y artístico es otra de sus dedicaciones. A la creación en 1966 de unos prestigiosos galardones a los mejores expedientes de las Facultades y Escuelas de la Universidad de Sevilla, se une la concesión de importantes premios de arte e investigación, como la convocatoria de premios para investigadores jóvenes, y el patrocinio de actividades realizadas por instituciones culturales de la ciudad, celebrando también ciclos musicales y muestras artísticas de variado contenido.


Vista de la Maestranza en el año 1895. En 1749 se comienza la construcción de un coso circular en el monte del Baratillo en sustitución de la plaza de toros rectangular ubicada en el lugar. Posteriormente, en 1761, se acomete la construcción por ochavas (equivalente cada ochava a cuatro arcos). Son maestros de obra en esta primera etapa de construcción Francisco Sánchez de Aragón y Pedro y Vicente de San Martín. La fachada interior de la plaza, llamada Palco del Príncipe, se concluye en 1765. Este palco consta de dos cuerpos: la puerta de acceso a la plaza y por la que salen los toreros triunfadores, y el palco propiamente dicho, de uso exclusivo de la Familia Real. Está compuesto en su parte superior por cuatro arcos sobre los cuales descansa una bóveda de media naranja, que en su parte superior está recubierta por azulejos blancos y azules. El grupo escultórico que lo remata es obra del escultor portugués Cayetano de Acosta. El Palco fue realizado para el Infante de España, Felipe de Borbón, hijo de Felipe V e Isabel de Farnesio.

Dada la prohibición de celebración de corridas de toros por parte de Carlos III en 1786, se paralizan las obras dándose por concluidas, aunque sólo se había construido un tercio de la plaza. De esta etapa es también el antiguo Palco de la Diputación posteriormente llamado de Ganaderos, situado sobre la puerta de toriles y frente al Palco del Príncipe.

La cubierta de las gradas de la mitad de la plaza se termina transcurridos 34 años, a la izquierda y derecha del Palco del Príncipe; quedando abierta una panorámica de la Catedral y la Giralda desde la gradería, como quedó reflejado en gran número de estampas de la época.

En 1868 el Palco de la Diputación se encontraba en tan lamentable estado que se acomete la mejora del mismo, colocándosele nuevo suelo y una balaustrada de mármol, además del escudo de la Real Maestranza de Caballería, obra del escultor italiano Augusto Franchy. Se realiza además la construcción de cinco balcones a cada lado del Palco de la Diputación, donde actualmente se encuentra el reloj de la plaza.




Finaliza en 1881 la construcción de la plaza cerrándose completamente la misma, quedando entonces construida en sus dos terceras partes en cantería y el resto en madera.

Entre los años 1914 a 1915 se reforma el tendido en piedra sustituyéndolo por otro en ladrillo bajo la dirección del arquitecto sevillano Aníbal González. Se construyen de nuevo todos los tendidos con una pendiente más suave. El número de filas de tendido de sombra pasó de diez a doce y a catorce en los de sol, además de tres filas de barrera. En la parte superior del tendido de sombra, delante de los palcos, se edifica una fila de sillones de tendido.



Vista general.La plaza, administrativamente de primera categoría, consta de enfermería, cuadras, capilla y estancias para los toreros. De sus tres puertas de acceso, la mas famosa es la Puerta del Príncipe, por la cual salen los matadores a hombros cuando logran cortar al menos tres apéndices (en la mayoría de plazas basta con dos trofeos, incluida la de Madrid).

Su graderío se divide en doce tendidos: cuatro de sol (8-10-11-12), cinco de sombra (1-3-5 y 2-4) y dos de sol y sombra (6-9). Cada tendido se subdivide a su vez verticalmente en barrera, tendido, palcos y gradas (o tendidos cubiertos). Los tendidos impares se encuentran a la izquierda del Palco Real (sobre la Puerta del Príncipe) que preside la plaza y los tendidos pares a la derecha. Sobre los tendidos se levanta una zona de arcos de traza irregular, compuesta por 118 arcos. El arco que se encuentra en el denominado Balcón del Reloj, sobre la puerta de toriles, se encuentra apoyado sobre dos pares de columnas y está rematado en su parte superior por un frontón curvo de piedra. En 2008 se inició una reforma de las gradas cubiertas de sombra para mejorar su accesibilidad y su confortabilidad, modificándose también su denominación (la gradas de sombra reformadas pasan a denominarse «tendidos cubiertos»).

En los aledaños de la plaza se encuentran estatuas dedicadas a los toreros sevillanos que más han triunfado en la misma destacando entre ellas la dedicada al torero Curro Romero. El Museo Taurino de la Real Maestranza de Caballería está alojado bajo los graderíos de la Plaza de Toros, a la altura de los tendidos 10 y 12 y fue inaugurado en 1989. El visitante puede recorrer allí la historia de la Fiesta Nacional a través de una colección pictórica, carteles taurinos, fotos, trajes de torear, bronces, azulejos y esculturas, destacan las obras de Mariano Benlliure y bustos de toreros legendarios como Curro Cúchares, Pepe-Hillo o Espartero.

domingo, 17 de julio de 2011

Las banderillas: concepto y suerte


En el tauromaquia, la banderilla (también llamada rehilete o garapullo) es un palo delgado, de unos 70 a 78 centímetros de largo, recubierto y adornado con papel picado y con un hierro en un extremo, a modo de arpón, empleado en la lidia para clavarlo de dos en dos en el cerviguillo del toro.

Las banderillas reciben también el nombre coloquial de avivadores o alegradores, porque sirven para reanimar y excitar al toro sin quitarle fuerzas, después de la dureza y la quietud del tercio de varas. Son una reliquia del toreo primitivo y de las fiestas populares, donde se empleaban arpones y otros instrumentos análogos para enfurecer al toro. Antiguamente se clavaban de una en una y no pareadas, como se hace hoy día. Pepe-Hillo ya menciona a fines de siglo XVIII que se consideraba de gran mérito clavarlas a pares, no habiendo variado apenas su técnica desde entonces.


Normalmente, son los subalternos quienes realizan este cometido, llamados por ello banderilleros, si bien excepcionalmente puede realizarlo el espada, para lucirse al son de la música o cuando es especialmente diestro en esta suerte.

Se adornan las banderillas llamadas de lujo con cintas y flores. En las corridas reales o de beneficencia suelen llevar unos adornos en forma de faroles de papel o tela que se rompen al clavar los palos y dan suelta a varios pájaros allí encerrados.

Las banderillas de a cuarta tienen de largo unos 25 cm y sólo se usan en determinadas ocasiones por ser mucho más difícil el ponerlas, dado su corto tamaño.

La de fuego son iguales a las comunes en longitud y van provistas cerca del harpón o pincho de un trozo de yesca encendido que al clavar prende fuego a unos cartuchitos de pólvora con petardos que al estallar queman la piel del toro, enardeciéndole. Se emplean con los toros que no toman varas, en lugar de los antiguos perros de presa. Se llaman también de castigo.


La suerte de banderillas se llama también parear, desde que la suerte se efectúa poniendo las banderillas a pares, a diferencia de lo acostumbrado antiguamente, cuando se clavaban de una en una, llevando el banderillero un capote en al otra mano para defenderse del derrote del toro. El innovador fue, según noticias, el licenciado Falces, a fines del siglo XVIII.

Según parece, mientras otras suertes han decaído desde los tiempos de Montes, Romero y Costillares, la de banderillas se ha perfeccionado notablemente, influyendo los adelantos introducidos por toreros como Antonio Carmona "Gordito", Rafael Molina "Lagartijo", Fernando Gómez "El Gallo", Rafael Guerra "Guerrita", Antonio Fuentes y otros, que antes de ser espadas fueron buenos banderilleros.

Contribuyó también a sostener en su apogeo la lucida suerte la costumbre introducida hace unos años de que los matadores tomen los palos a petición del público.

Los diferentes modos de ejecutar la suerte de banderillas dependen de las condiciones del toro, de sus facultades y también de las del torero. Cualquiera que sea el medio empleado, las banderillas deben quedar bien clavadas, muy cerca una de la otra o unidas las dos en lo alto del morrillo, ni cerca de la cabeza ni más atrás de la cruz.

Para conseguir esto, el banderillero debe juntar las manos y alzar los codos, pues las que se clavan alargando los brazos y formando con las banderillas línea recta, son de poco mérito, aunque se claven en lo alto.

Así describía la ejecución de la suerte el eminente crítico Gregorio Corrochano:

Es una suerte airosa, ágil, plena de gracia y destreza, como hecha a cuerpo limpio. Banderillear pronto, en todos los terrenos sin salidas en falso, es condición principal de buen banderillero. ¡Atención! En este tercio se resabian y cambian fácilmente los toros. En el quiebro el banderillero espera a pie firme la embestida recta del toro. Cuando llega, saca un pie, carga la suerte y quiebra la recta embestida, evitando el embroque. Al cuarteo es la manera más frecuente de banderillear. Se sale al toro con un ligero cuarteo, para que el toro no corte el terreno y tape la salida, con lo que se evitan las salidas en falso. Por esto conviene salir sobre corto, si es posible. Depende del toro.

MODALIDADES DE BANDERILLEO:

1) A la media vuelta: Es la más fácil y puede hacerse de dos modos: uno, colocándose el diestro detrás y a poca distancia de al res, a la que llamará la atención , por un lado, dando una voz o haciendo chocar los palos. Al volver el toro la cabeza y antes de que acabe de volver el cuerpo, clava el banderillero los palos y sale por pies. El otro medio consiste en salir de lejos por detrás de la res, que puede estar parada o levantada, llamarla al estar cerca y, desviándose algo al lado por donde se ha de hacer la suerte, para que el toro vea el bulto, hacer de modo que al volverse por completo se encuentre ya con los rehiletes clavados. En los dos sistemas hay que procurar que el toro no se vuelva por el lado opuesto, que supondría una cogida segura.

2) Al cuarteo: Es la más frecuente y se ejecuta saliendo en busca del toro desde una distancia proporcionada que se debe calcular según los píes del toro. Cuando éste se fija y sale en busca del bulto que hacia él se dirige, el torero sigue avanzando em línea curva hasta hallarse en el centro de la suerte; entonces el toro humilla, el diestro se cuadra, mete los brazos y sale libre por su terreno al dar la fiera el derrote.

También se clavan los palos antes de cuadrar, embrocándose el torero y cuadrando a su lado natural cuando el toro va a derrotar. Este medio es difícil y de mérito, siendo por tanto el menos empleado.

3) Al quiebro: El Gordito fue el perfeccionador y, tal vez, el inventor de esta suerte, que tiene la variante del quiebro en silla o banderillas en silla. la suerte consiste en ponerse frente al toro, a pie firme y con los talones unidos, citándole y esperando su acometida. El diestro, sin mover los pies, tuerce el cuerpo y brazos a un lado, al llegar el toro, marcándole el sitio del bulto y al humillar aquél recobre su posición normal y le clava los rehiletes libre del hachazo o derrote. En este suerte se distinguieron además Carancha, Lagartijo, Guerrita y Fuentes, que las ejecutaban en ocasiones con los pies sobre un pañuelo, dentro de un sombrero, de un aro, etc. la variante de esta suerte consiste en citar al toro sentado en una silla y marcarle la salida al llegar al terreno y echando a un lado los brazos y parte superior del cuerpo, levantándose al humillar la res y dar frente al costado ante el que cuadra y se para, clavando las banderillas libre ya del derrote. El toro embiste a la silla, que suele llevarse en las astas.

4) Al recorte: En esta suerte el torero sale a encontarse con el toro como para hacerle un recorte; recorta al humillar el animal en el centro de la suerte, haciendo el preciso quiebr con el cuerpo y retrasando la salida casi pegado al costado del toro y de espaldas al testuz paar que al dar la fiera el derrote se clave ella misma los rehiletes. Para esto el diestro tendrá la mano del lado del toro vuelta atrás, con el codo alto y la otra pasando por delante del pecho, igualando así la punta de las banderillas, que quedarán clavadas de atrás adelante. La salida es como la del recorte. Antiguamente se consideraba esta una suerte suprema.

5) Al relance: Consiste en aprovechar la salida del toro, de oro par o cuando viene empapado en un capote. Basta paar esto llegar a su terreno, cuadrar y meter los brazos, saliendo sin precipitación porque el toro, ya castigado, no suele revolverse.

6) Al sesgo: Se hace con reses aplomadas, en su querencia y sin pies. Serocura que el toro esté algo terciado con las tablas y frente a su cabeza se coloca el banderillero llamándole, arrancando pronto y formando poco círculo; al llegar a la cabeza le clava los palos sin cuadrar y sigue su viaje buscando el callejón, si lo cree necesario.

7) Al volapié: Se cita de cerca, después de cuadrado el toro, iniciando algún cuarteo al avanzar y en el centro de la suerte se cuadra al lidiador y mete los brazos.

8) Al pie firme o topa carnero: Es la más difícil de ejecutar y necesita toros nobles y boyantes o que tengan muchos pies y vayan diectos a la querencia. Se sitúa el torero a buena distancia del toro, elgrándole y esperándole a pie firme y al humillar la fiera para dar el derrote, se sale el banderillero del embroque por medio de un quiebro de cuerpo y por medio de un paso atrás del lado que le convenga. El banderillero, moviéndose muy poco o nada, debe quedar en su puesto viendo marchar a la fiera. Esta suerte se llama también de pecho o a pie firme y es de gran lucimiento.

9) A toro corrido: Semejante al relance, sólo que el toro no sale de otro par, sino que va persiguiendo a un peón, empapado en el capote.

10) De frente: Se iguala al toro en los tercios, situándose el diestro en los medios, en línea recta y saliendo hacia el cornúpeto, cuadrando en la cabeza y alargando los brazos para igualar y consumar la suerte, saliendo de la cara con un quiebro del cuepo.

11) De poder a poder: Se dice cuando el torero ha hecho la salida y el toro arranca cortándole terreno con muchos pies. Es una suerte muy arriesgada.

12) Galleando: Es suerte de adorno inventada por El Guerrita. El banderillero sale hacia delante del toro hasta conseguir que éste le siga, toma carrera para consentirlo y rápidamente, cuando lo juzga oportuno, se vuelve y cuadra en la cabeza metiendo los brazos y clavando, para salir con limpeza y adornándose.

13) Banderillas a caballo: Poco usado en España y más frecuente en América. Para ello es preciso ser un gran jinete. Se efectúa como la suerte de clavar farpas a la portuguesa, bridas sujetas con los tres últimos dedos de la mano izquierda. El diestro hace girar al toro alrededor del caballo y al llegar al terreno cuartea dando media vuelta, soltando las bridas y dejando libre al caballo, que en aquel momento obedece sólo al ímpeto del cuerpo y piernas del jinete. Este junta los brazos, inclina el cuerpo hacia el toro, para lo que suele desestribar un pie y clava los palos con la precisión posible, pues la absoluta no se puede exigir, porque las distancias las dan el toro y el caballo en sus respectivas carreras. Esta suerte es más difícil que la de farpear y rejonear.

sábado, 16 de julio de 2011

Grandes toreros de la historia: Rafael Molina Sánchez, 'Lagartijo'



Rafael Molina Sánchez, conocido como Lagartijo, fue un torero español nacido en Córdoba, el 27 de noviembre de 1841 y fallecido en la misma ciudad el 1 de agosto de 1900.

Hijo del banderillero Manuel Molina "Niño de Dios", desde pequeño conoció el mundo de los toros, habiendo crónicas que indican que ya a la edad de 9 años, el 8 de septiembre de 1851, lidiaba dos becerros en su ciudad natal. Comenzó como banderillero, donde le pusieron el mote de lagartijo, por su estatura y su carácter vivaz.

Desde muy temprano y hasta el día de su alternativa, fue parte de la cuadrilla de matadores renombrados de la época. En la Plaza de Toros de los Tejares y siendo miembro de la cuadrilla de José Rodríguez "Pepete", ve como muere éste en el coso. En el año 1862, forma parte de la cuadrilla de los Hermanos Carmona. Hasta el año 1865 se dedica a matar toros como sobresaliente, teniendo como matador a Antonio Carmona "El Gordito".

Tomó la alternativa el 29 de septiembre de 1865 en Úbeda, siendo el padrino de este evento El Gordito, con toros de la Viuda de Ontiveros y confirmando poco después el 15 de octubre de 1865 en Madrid con la presencia de Cayetano Sanz y toros de Gala Ortíz.

En 1868 tiene los primeros duelos con Frascuelo, enfrentándose en valentía, que les llevaba desde tumbarse delante de un toro, hasta ser reprimidos por la presidencia por su temeraria actitud.

A partir del año 1875, su toreo se vuelve más artístico, llegando a la cima del toreo, por sus conocimientos de la lidia y su perfección en la suerte final. Esto le llevó a ser conocido en Córdoba como el Gran Califa, título honorífico que en la actualidad comparte con otros cuatro matadores cordobeses bajo el nombre de Califas del Toreo.

En este periodo se le adjudican feroces batallas con gran talento artístico, como la vez en que se enfrentó a un Miura enorme llamado Murciélago, una batalla feroz que terminó en vítores para ambos, y el toro siendo entregado como semental a la dinastía. La empresa constructora de coches deportivos Lamborghini rinde homenaje a este toro dándole el nombre a uno de sus modelos.

El 5 de junio de 1880 está en el cartel inaugural de la plaza de toros de El Puerto de Santa María.

Durante los siguientes años es el gran torero de la época, aunque comenzando su declive en la mitad de los años 1880, llegando a anunciar su retirada del mundo de los toros el año 1892, y ofreciendo cinco corridas de despedida en Zaragoza, Bilbao, Barcelona, Valencia y Madrid. Esta última corrida tuvo lugar en la festividad del Corpus Christi, el día 1 de junio de 1893, matando seis toros de la ganadería de Veragua con un muy mal resultado, al punto de tener que salir del evento escoltado por la Guardia Civil.

Tras la retirada de Frascuelo en 1890, mantuvo gran rivalidad con otro cordobés: Rafael Guerra Guerrita.

viernes, 15 de julio de 2011

Grandes toreros de la historia: Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, 'Manolete'




Manuel Laureano Rodríguez Sánchez, más conocido como Manolete (Córdoba; de julio de 1917 - Linares, Jaén; 29 de agosto de 1947), fue uno de los grandes toreros de España en la década de 1940. Su muerte en la plaza de toros de Linares, causada por la profunda cornada que le asestó el miura Islero al entrar a matar, le convirtió en un mito de la España de la posguerra.

Manolete era el hijo de un torero (también apodado Manolete) y de Angustias Sánchez, más conocida como "doña Angustias", que estuvo casada previamente con Lagartijo Chico.

Cuarto Califa del Toreo, es considerado por muchos como uno de los más grandes maestros de todos los tiempos. Su estilo, elegante y vertical, evolucionó el arte de la muleta, toreando de frente y citando de perfil. Llevó a la máxima expresión la revolución de José Gómez «Joselito» y la estética de Juan Belmonte, que habían transformado el toreo unas décadas antes. Su influencia ha sido enorme, ya que su estilo se hizo notar en todos los toreros posteriores. En junio de 1932 tuvo un breve paso por la escuela taurina de Bujalance (Córdoba).

Tomó la alternativa el 2 de julio de 1939 en La Maestranza de Sevilla. Confirmó la alternativa en Las Ventas de Madrid el 12 de octubre de 1939. Cuajó su mejor faena al toro "Ratón" en 1944, durante la corrida de la Prensa en Las Ventas. Su última actuación en Madrid tiene lugar el 16 de julio de 1947 en la tradicional Corrida de la Beneficencia, presidida por Francisco Franco. En su primer toro da una vuelta al ruedo y en el segundo es cogido. A pesar de ello, continúa hasta dar muerte al toro, corta dos orejas y entra en la enfermería. Comparte cartel con Gitanillo de Triana en tarde en la que arrolla Pepín Martín Vázquez, a quien todas las miradas empiezan a ver como el futuro mandón de la fiesta.

El 28 de agosto de 1947 se presentó en la plaza de toros de Linares, junto a Luis Miguel Dominguín y Gitanillo de Triana. Aquella tarde recibió una mortal cornada de un miura de casi 500 kg llamado Islero, que le atravesó con uno de sus pitones el muslo derecho, destrozando el triángulo de Scarpa. La herida le produjo una hemorragia incesante y el matador falleció la madrugada del día siguiente.Las únicas e impactantes fotografías que existen de la tragedia fueron tomadas por el reportero gráfico Paco Cano "Canito". Ese mismo año tenía pensado dejar el mundo del toreo. Fue enterrado el 29 de agosto en el panteón de la familia Sánchez de Puerta, íntimos amigos del torero, donde permaneció algo más de cuatro años, hasta el 15 de octubre de 1951 cuando, tras finalizar el Mausoleo de Manolete, realizado por el escultor Amadeo Ruiz Olmos, se procedió a trasladar sus restos a su emplazamiento definitivo en el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud de la capital cordobesa.

En los últimos tiempos ha cobrado fuerza la teoría de que la muerte de Manolete no fue consecuencia directa de la cogida del toro Islero, sino de una transfusión de sangre incompatible o, más probablemente, de plasma en mal estado que se le practicó en la misma enfermería de la plaza tras haber sido correctamente intervenido y haberse recuperado de la hemorragia que le causó la herida. Las más recientes investigaciones acerca de su muerte plantean la posibilidad de que Álvaro Domecq Díez, amigo y albacea del matador, y la madre de Manolete impidieron que Lupe Sino, su pareja, entrara a la enfermería y se consumara, allí, la última voluntad del diestro: casarse con ella.

La ciudad de Córdoba mantiene dos conjuntos escultóricos en su memoria: un busto en la Plaza de la Lagunilla, y un conjunto escultórico en la Plaza del Conde de Priego, mirando a Santa Marina, iglesia donde se han casado toreros como Finito de Córdoba .

El picador de toros


El picador es, en las corridas de toros, el encargado de preparar al toro para el tercio de muleta. Lleva la responsabilidad del toreo a caballo en las corridas de toreros de a pie. Utiliza una vara larga con una punta metálica para puyar al toro y producir desgarramiento de los tejidos ubicados en la cruz del mismo. Algunas opiniones los consideran como una evolución del antiguo toreo por lanceo al que fuese aficionada la nobleza europea hasta la alta Edad Media.